viernes, 27 de mayo de 2016

Abducciones ocasionales en la provincia de Badajoz, Extremadura (España).

Romualdo estaba caminando por el campo, cuando de repente, un objeto con forma de platillo volante le hizo elevarse unos 15 centímetros ...y le abdució. Todo dentro de ese armatoste alienígena estaba oscuro. Había, además, un olor de podredumbre (posiblemente de cadáveres humanos que aquellos seres habían secuestrado de sus hogares antes que a él) , que se introducía en sus fosas nasales y le recordaba los garbanzos que le cocinaba su mujer, Constanza. De improviso, se hizo la luz y unas tenazas mecánicas (fabricadas con un metal que no está incluido en nuestra tabla periódica) empezaron a toquetearle los mofletes de la cara. Era una situación surrealista, casi sacada de un sueño ...o de las películas de ciencia ficción que tanto le gustaban a su sobrino Fernan (el cual era un niño de ciudad). Los seres de otro mundo se asomaron a verle, pero la luz era tan intensa que no distinguía bien sus extraños rostros. Lo que sí alcanzó a ver fue como uno de ellos, que era más alto que el otro, pulsaba un interruptor que tenía en su mano. Al momento, sintió como si le drogaran, y después de eso no recuerda nada.

                                                                               ***

El campesino se despertó en medio de una vía de tren. Justo en ese preciso instante iba a pasar por ahí el ferrocarril, pero Romualdo salió de su camino antes de que le arrollara. Cerca había un charco, donde vio su reflejo, y se percató de que lo habían vestido con un tutú rosa ...aquellos alienígenas.

Caminó unos kilómetros, en busca de la estación de tren. Tenía cansancio y sudaba a borbotones, ya que se encontraba en una zona árida, casi desértica. Los calcetines del vestido no soportaron a las afiladas piedras del camino, así que ahora sus pies estaban rozando con el vasto suelo.

Pronto divisó la parada. Cuando llegó, vio que había tres o cuatro personas esperando allí. Intentó comunicarse con ellos, pero no le entendieron ...o, simplemente, se alejaron de él, debido a sus vestimentas. Había un cartel que mostraba las distintas paradas que hacía el tren. Ahí había algo que no cuadraba... no estaban escritas en español. Por lo poco que él sabía, eso estaba escrito en inglés. ``¿Dónde leches estoy?´´, se preguntó a sí mismo. Hicieran lo que le hicieran esos extraterrestres, le habían dejado en un lugar que no era su huerta. Estaba en Estados Unidos.

                        ¿THE END? ESO DEPENDE DE VOSOTROS, AMIGOS LECTORES

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