miércoles, 18 de marzo de 2020

Diario de cuarentena - Día 5


Día 5 de la cuarentena

Si estáis leyendo esto, es que las cosas han vuelto a la normalidad. Quién me iba a decir que iba a añorar tanto mi monotonía. Que iba a ansiar regresar a clase con mis compas y subir la cuesta de la Alcazaba. Que iba a echar de menos los menús de la cafetería, la rutina de mi horrible horario. Que iba a sentir que el mundo se paraba. Que iba a ser testigo de la verdadera naturaleza de algunas personas. Que iba a tener que reñir a mi abuela por venir a visitarme. Que iba a estar todos los días pendiente del telediario, a ver cómo ha evolucionado la crisis. Estamos en crisis. Y habrá muchos que sólo presten su preocupación a la caída de la Bolsa y esas mierdas que no entiendo. La gente está muriendo. Sí, no es una enfermedad tan grave, pero todavía siguen existiendo las demás. Y tal vez no haya camas para todos. Y mientras tanto, los borregos se abalanzan en estampida a por las cosechas, pensando en sí mismos. ¿Y qué hay de los sin techo, de las personas que ya antes estaban jodidas? Y qué hay de la gente que pierde a sus seres queridos y no pueden salir de sus casas. Y qué hay de esas familias de mierda que no se merecen serlo, porque para ellos nunca has significado nada. La humanidad no se conciencia de que lo que era un meme ya es una tragedia. Que los problemas ya no les pasan sólo a los otros. Que no somos los putos protagonistas de la serie. Que las cosas se joden y cambian. Que nada es eterno y no somos conscientes de ello. Primera crónica de la cuarentena y ya empiezo derrotado. Pero no son todo tinieblas. También hay peña que da lo mejor de sí. Los artistas regalan su arte, los vecinos juegan al bingo y aplauden a los médicos. Hacemos de este tiempo algo productivo y tocamos música, dibujamos después de meses, nos ponemos al día con el inglés, escribimos como hago yo ahora. Escribe, da cariño, vive el tiempo con los tuyos. Siéntete humano.

Miguel Ángel Pagador Martín aka. GoldenWarrior 99

lunes, 16 de marzo de 2020

I'M NOT OK WITH THIS/ESTA MIERDA ME SUPERA | Reseña de Miguel Ángel Pagador Martín aka. GoldenWarrior 99


Para el que no le haya quedado claro, la frase de la portada es un derivado del título en inglés de la serie. Dicho esto, comienzo, querido diario.

Nada más empezar, queda totalmente claro que la peña detrás de esta serie es la misma que la de The End Of The F***ing World. La manera en que cuenta la historia, el pensamiento de la protagonista a forma de parecido a la sensación de que estás leyendo un cómic (me concedo las libertades de haber llegado a esa conclusión), y la temática de jóvenes que aún están en el camino de aprender a saber quiénes van a ser en la vida, una coming-of-age story en toda regla. Toma todos esos factores que hicieron que mis ojos vieran el estilo de su predecesora como original y fresco, pero no repite la misma historia.

En este caso, nos topamos con la vida de una mochacha que ha pasado por traumas familiares recientemente, que se siente la rara del instituto, que se encuentra desamparada al ver que su mejor amiga encuentra una más atractiva distracción, que tiene que lidiar con el amor y la sexualidad. Que tiene que enfrentarse a sus nuevos superpoderes.

Uno de los más resaltantes superpoderes de esta serie es su forma de representar a los adolescentes/jóvenes correctamente. Muchas series y películas han querido reflejar el pensamiento de la chavalada pero han caído o se han quedado cortas en el intento. Ni las pelis que hacen un cast demasiado viejo para la edad que nos dicen, ni el dramatismo de Por Trece Razones. Tanto Esta Mierda Me Supera como la epopeya de los amantes fugitivos hacen justicia a cómo pensamos y sentimos muchos jóvenes de estas edades en la época que vivimos actualmente. Una época en la que a veces nos sentimos desmotivados y deprimidos, una época en la que se pide mucho de nosotros. Qué vamos a hacer con nuestra vida.

I'm Not Ok With This hace paralelismo en ciertas imágenes con Carrie de Stephen King (la cual no he leído ni he visto ninguna de sus adaptaciones al cine). La serie escoge a dos actores de las nuevas de It, aprovechando que ya se conocen y saben trabajar juntos. El personaje de Beverly de It para nada se parece a la Syd de esta serie. Simplemente me encantan las expresiones de asco e incomodidad que consigue esta chavala. Y tanto ella como Stan representan personajes diferentes sin estereotipos, con toda naturalidad.

En cuanto al asunto de los superpoderes, es un elemento que da mucho juego y esconde detrás los verdaderos problemas que los jóvenes de hoy tienen que combatir día a día. El encontrar tu lugar en el mundo y saber quién eres. El hacer frente a la sexualidad, muchas veces cuestionada por los demás. El luchar contra una pérdida. El hacerse mayores, en definitiva (que queda bastante claro y genialmente ejecutado en The End Of The F***ing World).

Que bueno, que le echéis un ojo a la serie, que se ve en tres ratos. Y más si os gustó la anteriormente mencionada. Força, y gracias por leer.

~Miguel Ángel Pagador Martín aka. GoldenWarrior 99

martes, 10 de marzo de 2020

FIN DE DECENIO

FIN DE DECENIO


(Estribillo) Fin de decenio,
lo que no te mata, te da sueño

Andá Belén pastores,
temen de sus temores
Como virus y malas judías,
que te arruinan lo que preferías

Borrica pequeña,
a dar leche, la madre le enseña
Cuídate de cómo amamantas,
que a la cría casi atragantas

(Estribillo)

Los becerros caminan como anormales,
los cuales,
alimentados son de la leche de los males

Que avisen a los comensales
No toquen los platos fatales
La enfermedad se encarna,
La carne se amarga

(Estribillo)

Fin de año, los pastores han perdido su rebaño
Mas, delante la gula,
la voluntad se hace nula
Fin de año, fin de decena,
La sangre corre por la almena
Cabritas pequeñas,
desde los Cielos
Cristo os hace señas

(Estribillo)

Década final
Destino fatal
En el culmen de los decenios
se mueren todos los genios

(Estribillo)

Miguel Ángel Pagador


aka. GoldenWarrior99

Buenos días, Ara

Buenos días, Ara

Una historia de Miguel Ángel Pagador Martín aka. GoldenWarrior 99

-¡Buenos días!
-Buenos días, Wulio. ¿Has pasado una buena noche?
-Excelente, como siempre.
-¿Te preparo un zumo de arándanos?
-Estaría muy agradecido, Ara.

Todos los días me despierto con las aterciopeladas palabras de Ara. Me levanto de nuestra
cama de agua y miro el reloj. Los dígitos marcan las 8:37, ¡a tiempo para un pequeño
tentempié, y al curro! Trabajo dos avenidas más adelante de mi apartamento. Me despido
de Ara y subo al bus urbano que me espera en mi mismísima puerta.

El trayecto es breve pero placentero. Tras los ventanales del vehículo se vislumbran los
rascacielos de VaporCity. Las oficinas de Floo-Cola, el HyperMall del centro, la calle de los restaurantes... ¡Caramba, si estamos pasando al lado del zoológico! Me encantan los
animales. Sobretodo el perrocol. Y el buitriburón. Y la marmofa. ¡Y todos! Me encantan los animales.

Ya hemos llegado. Trabajo en el DiverCinema de la Calle Cool, de 9:30 a 20:00. Siempre
vienen excursiones de niños que van al cine. Hoy estrenan la nueva de Los GladiFormers,
¡y casi se acaban las palomitas! A las 12:20 entró una pareja para ver Soul in Love 3.
¡Espero que se lo pasen tan bien como Ara y yo! Echo de menos a Ara.

Fíjate qué rápido pasa el tiempo. ¡Ya son las ocho! Debo darme prisa en cambiarme en mi
taquilla y coger el bus de vuelta.

-¡Hola, Ara! ¡Ya estoy en casa!
Casi nunca me contesta cuando vuelvo del curro. Supongo que ya estará durmiendo.

* * *

-¡Buenos días!
-Buenos días, Wulio. ¿Qué tal has dormido hoy?
-Estupendamente, como siempre.
-¿Quieres que te prepare un zumo de arándanos?
-¡Me encantaría!
Cojo el bus y me marcho al trabajo.

¡Me encantan los animales!
Hoy han venido unos niños a ver la nueva de Los Gladiformers.
¡Córcholis, ya son las ocho!
-¡Hola, Ara! ¡Ya estoy en casa!

* * *

-¡Buenos días, Ara!
-Buenos días, Wulio. ¿Qué tal has dormido?
-¡De perlas!
-¿Quieres que te prepare un zumo de...?
-¿Arándanos? ¡Me encanta!
Me encantan los animales.
¡Anda, la nueva de Los Gladiformers!
-¡He vuelto a casa, Ara!

* * *

-¡Buenos días!
-¿Zumo de arándanos? ¡Sí!
Me encantan los animales.
¡Hoy echan la nueva de Los Gladiformers!
-¡He vuelto, Ara!

* * *

Mmm... Estoy despierto. Tengo los ojos llenos de legañas... ¿Qué hora es? Oh no, ¡me he
quedado dormido!
-Ara, ¿cómo es que no me has avisado? ¿Ara?
Parece que Ara ha salido de casa. No suele hacerlo, o más bien, si lo hace, no me entero.
Rápido, tengo que vestirme, prepararme un zum... ¿Arándanos otra vez? No sé cómo
hacerlo, es la especialidad de mi querida Ara. Bueno, buscaré algo de comida, que ya son
las 11:23.
Frigorífico, frigorífico... ¡Frigorífico! Aquí tiene que haber algo...
Zumo de arándanos. Solo hay zumo de arándanos en el frigorífico.
Paso de desayuno hoy. Ya me pillaré un batido o palomitas en el DiverCinema.

El bus debe de haber pasado ya. Tal vez vuelva en otro turno... Pero no puedo esperar, voy a llegar tarde al trabajo. El problema es que no me queda otra que ir a pie. Creo que el cine está todo recto desde mi casa. Espero no perderme.

Las calles de VaporCity son muy distintas vistas desde abajo. Veo casas como la mía, con
los mismos azulejos, buzón... ¿Y hasta parada de bus? Pues vaya originalidad tienen los
vecinos. Ya verás como cuando cruce la esquina y pase la primera avenida, cambia la
estética de las viviendas... No. Es imposible. La siguiente calle también está repleta del
mismo tipo de casas. ¿Estaré yo en un sueño, o es que VaporCity tiene un plan urbanístico
ultra-unificado? Lo único de lo que tengo certeza es de que estas casas clonadas me ponen
muy nervioso. Seguiré caminando.

Según mis cálculos, ya debería estar por la zona del zoológico. El escenario ha cambiado un poco con las plazas, avenidas y rascacielos, pero sigo sin haberme encontrado a nadie.
¡Bah, qué ingenuo soy! Debe de estar todo el mundo en sus respectivos puestos de trabajo.

No como yo, que me he quedado dormido y estoy deambulando por la ciudad. Las
autopistas están vacías de coches, ni un autobús ni furgonetas repartidoras de perritos
calientes. ¿Dónde está todo el mundo? ¡Si hasta puedo quedarme en medio de la carretera!

No, no debo distraerme. Solamente me queda un par de calles arriba y ya estoy en el cine.

Al fin en DiverCinema. Las puertas giratorias están sin funcionar. Uf, no consigo abrirlas.
¿Habrán cerrado por mi culpa? No quiero perder mi curro... Un segundo, creo que podría
entrar por la puerta trasera que da para el almacén de palomitas. Cada vez que me alejo de la entrada, el camino se hace más oscuro. Está la pared abarrotada de cubos de basura...

¡Casi me tropiezo con una cáscara de plátano, caracoles! ¿Caracoles? Me parece una
expresión estúpida. Y caramba. Y córcholis. ¿Qué llevo haciendo con mi vida todo este
tiempo? ¡Coño! Coño, eso suena mejor. ¡Anda, pero si la puerta trasera está entreabierta!
Su interior parece oscuro, pero no me da miedo.
Aquí dentro apesta a palomitas de maíz y mostaza. No sé por qué sigo vendiendo eso a los
chavalines... Hablando de chavalines, ¿habrán venido a ver la nueva de Los Gladif...? Ahora que lo pienso, me parece una gilipollez ir siempre a ver la misma película. Y estrenar siempre la misma película. ¿A dónde está yendo la industria cinematográfica?

Tantas contradicciones que marean mis pensamientos y no me dejan salir de este laberinto de estanterías de cajas de palomitas...

Vaya, vaya. Pues aquí estoy, en medio de la sala de compra de snacks. No veo ningún grupo de niños de excursión. No veo a ninguna pareja de enamorados. Estoy yo solo con el ruido de las escaleras mecánicas. ¿Escaleras mecánicas? No recordaba que hubiese aquí... En fin, bajaré a la zona de tiendas para ver si encuentro a alguien que me explique dónde está la cámara oculta de esta broma. Subo al escalón y me dejo llevar por la máquina... 

Ostras, ¡hay alguien subiendo! Ya decía yo que tenía que haber alguien más en el mejor cine de la ciudad. Nos estamos acercando. Aún no le distingo los rasgos faciales. ¿Será por falta de iluminación? Lo tengo a un metro. Lo tengo enfrente.
-¡¡Dios!!
No tiene cara. No tiene cara. Tiene la cara en carne viva. No tiene cara. Es como si se la
hubiesen arrancado lentamente con las manos. No tiene cara. Dónde están sus ojos. No tiene cara. La carne se le cae a cachos como si se tratase del pellejo de los dientes cuando se caen. No tiene cara. Me está mirando. No tiene cara. No tiene ojos pero sé que me está mirando. No tiene cara. Lleva mi misma ropa. No tiene cara. No tiene cara.

Ya se aleja de mí. El sudor frío me recorre la espina dorsal. Toda la espalda supurando
sudor. Me duele la cabeza. Creo que me voy a desmayar...

* * *

-Bu... ¿buenos días, Ara...?
Me he despertado dentro de una de las salas de proyección de películas. ¿Cómo he llegado
aquí? ¿Será cosa de esa abominación que acabo de ver por las escaleras? Tengo los
hombros y la cadera dolorida. Agh, y tengo las yemas de los pies como escocidas... Es como si hubiese estado caminando durante horas. Voy a intentar incorporarme y pensar en qué hacer.

Parece que estoy en la parte de arriba de la sala, en la última fila. No están poniendo
ninguna película. Está la sala a oscuras. Oh, pero si hay niños en la primera fila. ¡Se van a
torcer el cuello! Y tan calladitos. Les habrá prometido la profesora una chuche a cambio de que se porten bien. Me están observando.
-¡Hola, chicos!
Sin respuesta. Les brillan los ojos. Está muy oscuro.
-¡Soy el vendedor de palomitas! ¿Qué peli estáis esperando a ver?
-La de cómo Wulio se saca vivo las tripas y se come su propia mierda de los intestinos-
habla uno de ellos.
Me quedo atónito. Vuelve el sudor frío. A... qué... están... jugand...
-No deb... deberíais decir esas palabrotas.
Silencio.
-Déjanos ver la peli.
-Cr... creo que hoy no fu... funcionan las pelis. Y os estáis portando muy mal.
-Déjanos ver la peli
-Nn...
-Déjanos ver la peli, Ara.
¿Cómo saben el nombre de mi chica?
-Déjanos ver la peli, Ara-repiten, levantándose de sus asientos. Se van acercando subiendo las escaleras.
No sé qué quieren.
-Déjanos ver la peli, Ara.
¿Qué estoy haciendo? No debería tener miedo de unos niñatos.
-Déjanos ver la peli, Ara.
Pero estoy aterrado.

Empiezan a correr. Salen más niños de debajo de los asientos. Tengo que salir a toda ostia
de aquí.
La masa de niños se abalanza sobre mí. Desde este lado de la sala no tengo por donde salir.
Espera, sí. ¡El hueco de la habitación del proyector! Me encaramo en el pequeño hueco en
la pared, metiendo como puedo el torso y las piernas. Me están agarrando de un pie. Me
quitan la zapatilla. Tengo que entrar. Noto algo frío sobre mi piel.
-¡¡Aaaahh!!
Me han mordido el pie. Me han mordido el pie. Noto la sangre caliente entre mis dedos. Las uñas se me empapan. Estoy empezando a perder el conocimiento. No, tengo que seguir.
¡¡Aaaaaggghhh!! Me están arrancando el puto pie. Ya casi estoy. Ya...
-Uff... Ya estoy dentro. Ya estoy dentro...
Cuando dirijo la mirada hacia mi pie, vislumbro una verdadera pesadilla. Tengo la pierna
morada y llena de tumores. Eso no lo tenía antes. ¿Qué me está pasando? Solo me habían
mordido, joder...

Se oye un sonido como si dos personas se estuviesen besando. ¿Y ahora quiénes? ¿Los
enamorados? Me levantaré como pueda y veré de dónde viene el ruido. Suena de la sala
siguiente, tras la pared. Voy a poner la oreja en ésta...
-Muack... Mmmuack... ¿Crees que nos están escuchando?
-No lo sé, ¿será ese Wulio?
-Muack... Lo estará gozando de lo lindo escuchándonos. Escucha esto, Wulio.
-¡¡Aaah!! ¡No! ¿Qué haces?
-¡Seguro que ésto le pone cachondo! ¿Oyes cómo parto en dos a tu Ara?
-¡¡Ara!!
¿Qué coño es esto? ¿Qué hace Ara aquí? Pero, ¿es realmente Ara? ¿Es aquí donde se ha ido
sin avisar?
-¡¡Para, joder!!-grito, aporreando la pared.
-¡Sal por la escotilla del techo y sálvala!
¿Escotilla del techo? ¡Sí! Ahí está. Pero con mi pierna llena de tum... ¿Dónde se han ido los
tumores? Da igual, debo darme prisa y salir.

Al abrir la trampilla, salgo en la calle, enfrente del cine. Es imposible. Voy a intentar abrir las puertas... Agh, siguen bloqueadas. Miro al cielo y me doy cuenta de que está lleno de estrellas. Ha anochecido. Serán más de las ocho. O de las nueve. Nunca he vuelto tan tarde a casa. Pero, ¿y Ara?
-¡¿Qu...?!
Bajo la vista de nuevo al lugar donde debería estar el DiverCinema, pero ha desaparecido.
Debe de haber sido un espejismo. Ara está bien. Debe de haber sido un espejismo. Ara está en casa.

Camino sin energía por la VaporCity nocturna. Las casas clonadas han perdido el colorido
que tenían por el día y hay una niebla muy pegada al suelo. Apenas distingo el fondo de la
estrecha calle y hay una atmósfera húmeda que me da tiritones de fiebre.
A veces oigo gritos y suplicios en la lejanía, pero no les hago caso. Ya me queda poco para
llegar a casa.
Mi casa. ¿Cuál será mi casa, si todas son iguales? He perdido el sentido de la orientación. ¿Y si pruebo a entrar en una cualquiera? Es una idea impensable, me detendrían por
allanamiento de morada... ¿Pero qué policía? No recuerdo haber visto nunca un policía... en toda mi vida. Ni siquiera recuerdo el día en que nací. ¿Cuándo es mi cumpleaños? ¿No
tengo padres? ¿Y amigos? Ara... Ara es mi única amiga.

-Buenas noches, Ara. Ya estoy en casa...
Es increíble. Incluso el interior es igual al de mi casa. Pero más oscuro. Las luces no
parecen funcionar, pero aún así consigo distinguir las formas de los muebles y... ¿Cómo es
que está el suelo encharcado? Me huele a...
-Zumo de arándanos.
No puede ser. Otra vez el puñetero zumo de arándanos. Su aroma me adormece... ¡Ah! Veo la luz de mi despertador. ¿Tan potente es?
A lo largo del pasillo, todavía inundado de zumo de arándanos, contemplo la galería de
siniestros cuadros que cuelgan de las paredes. Es raro, porque... Siempre estoy yo. En
diferentes posiciones, jugando al béisbol, cantando en el coro de la iglesia, sujetando en el cine una placa de ``Empleado del mes´´, sonriendo al lado de una marmofa, bebiendo un batido de zumo de arándanos... ¿Una marmofa? ¿Qué coño es eso? Oh, no me puedo creer que eso fuese real, el cruce entre una marmota y una girafa... Horroroso.
Estoy enfrente de la puerta de mi dormitorio. Me dispongo a girar el pomo para abrirla por completo. Tengo las esperanzas de que Ara esté ahí esperándome, pero... Después de todo lo que he visto hoy, me da miedo. Tengo miedo de lo que me voy a encontrar al otro lado.
Ya está la puerta de par en par.
Hay una persona en mi cama.
¿Es Ara? No sabría decirlo, porque si me pongo a pensarlo, no tengo ningún recuerdo de su
rostro. ¿Qué me pasa? ¿Te he fallado, Ara?
-Ya estás en casa.
-Ara...
-Te estaba esperando.
-Siento mucho haber llegado tarde. ¿Dónde te fuiste?
-Te he estado esperando mucho tiempo.
-¿Cómo?
-He estado deseando que llegase este momento.
-Me estás asustando... ¿Puedo verte la cara?
-¿Te ha gustado mi zumo de arándanos?
-Hoy n...
-Por qué no te lo has tomado. ¿No te gusta? Con el cariño que pongo al hacértelos...
-Lo siento mucho, Ara. ¿Puedes acercarte?
-No me quieres...-empieza a llorar-No te gusta mi zumo de arándanos...
-Ara, no es eso...
-No te gusta nuestra casa. No te gusta nuestra ciudad. No te gustan los animales. No te
gusta tu trabajo. No llegas pronto a casa. ¿¡Qué quieres que te haga?!
-¡¡No sé quién soy!!
Silencio.
-No sé por qué me despierto a la misma hora todos los días, no sé por qué me dices
siempre los mismo. No sé por qué siempre cojo el mismo autobús y no va nadie dentro. No
sé por qué me encantan esos putos engendros de animales. No sé por qué siempre veo a la
misma gente en el cine viendo las mismas películas. No sé por qué nunca voy de noche por
la calle. ¡¡No sé por qué nunca me respondes cuando llego a casa!! ¡¡¿Qué clase de vida es
ésta?!!
-Esto es lo que tú quieres, Wulio. Lo que siempre has querido.
-Ni siquiera sé si de verdad me llamo Wulio... ¿Qué es, un derivado de Julio? ¿Y tú, que
siempre he oído tu voz pero no me acuerdo de tu cara? ¡Muéstrala!
-Tendrás lo que tú desees-dice, mientras sale de la oscuridad y se ve como una criatura
con cientos de peludas patas de araña ancladas a un vientre mórbido y redondo que
segrega un zumo azul oscuro. Una cara sin facciones que es en realidad una boca repleta
de diminutos dientecillos, se acerca a mí.

* * *

-¡Buenos días!
-Buenos días, Sísfo. ¿Has pasado una buena noche?
-¡Excelente! Como siempre.
-¿Te preparo un zumo de cereza?
-Estaría muy agradecido. ¿Qué día es hoy?
-Es tu cumpleaños.
-Te quiero, mamá.
-Yo también te quiero. ¡Buenos días!
-Buenos días, Ara.

martes, 18 de febrero de 2020

QUÉ PUEDO OFRECERTE YO

QUÉ PUEDO OFRECERTE YO

Una reflexión de Miguel Ángel Pagador Martín aka. GoldenWarrior 99


Voy a ser lo más sincero, no encuentro motivación para escribir este texto. Éste es el segundo intento, por cierto, y la calidad se puede comprobar si se conoce el hecho de que lo estoy haciendo en el bloc de notas del móvil, mientras intento que los baches que va sorteando el autobús no me hagan cometer una errata, o peor, que mi libreta de coltán vuele por los aires y caiga en la otra punta del vehículo.

Se podría decir que normalmente, cuando tengo buenos los ánimos, no encuentro dificultad en redactar unas pocas palabruchas con algún matiz surrealista o bizarro. Dos chavales de pueblo pequeño que son echados de una verbena por frikis, yendo de camino a sus casas, se encuentran en medio de la calle a un decrépito vagabundo que les ofrece LSD, tras lo cual sucede un episodio alucinógeno de humor absurdo. Esas son las historias que suelo escribir, aunque actualmente considero oxidada y desentrenada mi capacidad de cuentacuentos.

No solo atento contra el acto de la escritura, también escupo sobre el arte del cine con mis vídeos para YouTube. Empecé fuerte, elaborando una película de unos tediosos treinta minutos de yo haciendo de mí mismo, acompañado de mis dos mejores amigos, envueltos en el mundo de Morfeo, donde parece que un sueño está dentro de otro. Y me pinto la cara de cebra. El espectáculo audiovisual gozó de relativo éxito en mi comarca, cosa que no le ha vuelto a ocurrir a mis sketches posteriores, yendo de pocas a famélicas visualizaciones en la plataforma. He mareado a mis colegas con que si lo dejo, o sigo, pero no por falta de éxito, sino por el balance que me veo obligado a hacer entre todos los fregaos en los que ando metido.

Por último, me toca hablar sobre el aporte que he dado al mundo del cómic extremeño que, o brilla por su ausencia, o apenas es conocido por los propios extremeños. Volviendo al asunto, dibujo historietas de superhéroes desde que era bien canijo. Mis padres me han motivado y apoyado, y he despertado la admiración de los adultos de mi entorno. Sin embargo, no me considero ningún niño prodigio. Es el simple de que nací en un pueblo de 2000 habitantes, y no en una ciudad.

Habiendo expuesto aquí mis tres actividades creativas preferidas, y lo que con ellas “regalo” al mundo, puedo hacer la pregunta. ¿Qué puedo ofrecer yo en este texto? Cuando empecé, apenas hallaba inspiración para contar algo medianamente interesante. Ahora, me siento un poco más en sintonía, pero no tiremos cohetes. Como he dicho, funciono por inspiración, extraigo mis ideas a raíz de expresar mis sentimientos y emociones a través de vídeos, historias cortas, cómics. Lo que no hacer es ponerme a escribir aquí te pillo y aquí te mato, como si mi cerebro y corazón fuesen los engranajes de una fábrica de churros. Las cosas salen bien cuando se les dedica tiempo y esfuerzo. Precisamente eso es lo que no he estado haciendo últimamente.

En mi palacio mental sucede una eterna discusión entre el Duque de las Obligaciones y el Duque de las Pasiones. Me surgen ideas que brotan a borbotones de la brecha de mi calavera bohemia. La abundancia de imaginación no es mi don, sino mi castigo. Es la tortura de no tener tiempo para llevar a cabo tantos proyectos que mi materia gris deglute. Me es imposible satisfacer mi abominable naturaleza inquieta, y por eso me quedo a medias tintas, hago vídeos apresurados y sin empeño. Si de verdad quieres hacer algo, tienes que sacrificar lo otro.

Y también me he dado cuenta de que estoy entrando en la reja por mi cuenta como esclavo de los likes, las visualizaciones, los comentarios, la popularidad, cuando nunca me han importado un carajo esas banalidades. Cuando mi objetivo siempre ha sido crear, expresar mis inquietudes. Cuando lo que yo quería era pasar el rato. Llevo unos meses en los que me he preocupado más en el disfrute del ajeno que en el mío propio, pensando en ¿Qué funcionará? ¿Qué es tendencia ahora? ¿Qué es lo que le hace gracia al público? ¿Cómo ser alguien más del grupo? No he sido aficcionado de publicar fotos de mí mismo, pero he comprobado que eso es lo que atrae a la gente, no los dibujos sobre hombres cebra y entes cósmicos que garabateo en mi libreta de Iron Man. La gente no se va a molestar en ver un vídeo de media hora sobre una historia original, la gente va a los títulos atrayentes, morbosos. “Hago una broma a mi novia y sale mal”, “Las olas monstruo más grandes del mundo”, “Unboxing de caja secreta”, “Reseña de Vengadores: Endgame”, “El final de Joker explicado”. Y podría seguir hasta las nueve de la noche.

Dicho ésto, me pregunto una vez más, ¿Qué puedo ofrecerte yo? La incógnita se reduce a una mera decisión, sobrevivir o ser olvidado. Yo elijo que me comáis los cojones.

miércoles, 15 de enero de 2020

UN VÍDEO A LA SEMANA - Día a día con Golden (Enero 2020)

Han sido unas semanas la verdad bastante productivas para el canal, y la audiencia parece haber vuelto a su estatus quo regular anterior a la Crisis de Otoño, cómele el co**.

La empresa de mi palacio mental ha reestructurado el periodo de subida de vídeos, lo que me hace un ser humano más sano y menos depresivo late 18s.

La nueva década me sonríe por estos momentos, en los que hay nuevas iniciativas más positivas.

Ante esta situación socio-económica, voy a tomar la decisión de dejar el canal en barbecho esta semana (y probablemente también la siguiente), para dedicarme al resto de mi vida humana pluricelular.

Sitúo el final de enero y el inicio de febrero como fecha posible para el ansiado estreno de mi vídeo de exploración personal y música de la que no dispongo de derechos ``2023´´.

De aquí en adelante, me propongo 1 vídeo como mínimo al mes, para asegurar mi estado de salud metal creadora y psicológica. Ya veremos si consigo mi objetivo.

Hasta que nos volvamos a encontrar, hasta la próxima...


Also, chequéen mi nuevo logo de mi yo 2D, crafteado con mano de santo.

MAX.

(Historia corta de 2017)

Lo tenía todo. Era el rey de la pu** Nueva York. Nadie podía acercarse a su espacio económico... ¿Nadie?

-¿Tienes la cuerda?
-Sí, aquí...
-Perfecto, ¿y tú la garra metálica?
-Eso no hay que preguntarlo, tío.

Estaban caminando de lado... en las paredes acristaladas del exterior del Edificio MAX. Urich Maximilian, el propietario, era uno de los niños mimados de la ciudad, y tenía mucho dinero... ¡vaya si tenía dinero ese capu***! Iban a robarle al maldito Urich Maximilian. Walter Kaine no se lo creía... él y sus dos chicos, Fred Gullen y Sammy Fring, iban a ganar un pastón, se iban a librar de los pagos a Hacienda que tenían atrasados y se sentirían orgullosos de traerles a sus familias dinero después de mucho tiempo. Los tres estaban en el paro y, como eran ingenieros y sabían de escalada... ¿qué forma mejor de llenar las carteras que robar? Y robar a lo grande, sí...

-¡El piso 47, jefe!-dijo Gullen.
-Ok. Estamos aquí, Max. ¡Rompe, S!

¡Crash! La gran ventana se convirtió en pequeños trocitos de cristal azulado, que cayeron al inmenso vacío que se encontraba debajo de sus pies.

-Entrad.

Los tres padres de familia irrumpieron en la sala de entrada del apartamento del Edificio MAX en el que Urich residía. Sigilosamente, caminaron de puntillas por la moqueta roja del suelo, para luego esperar unos instantes.

-Seguid adelante. G, abre la puerta.

Fred hizo lo que le ordenó, también con cuidado. Forzó la cerradura con cautela y un silencio casi de profesional, para que después pasaran adentro sus compañeros. Iban seguros de lo que hacían, ya que previamente habían inhabilitado todas las cámaras y micrófonos de vigilancia de esa planta, y también se habían asegurado de que esa noche la habitación de Urich no tenía guardias de vigilancia. Según se habían informado, era una ``Noche Libre´´. No les importaba en absoluto lo que significara y qué co** haría ese tío mimado estas noches.

-Da luz, S.
-Va.

La luz de la pequeña linterna les permitía ver mejor qué elementos se encontraban en el lugar. Más moqueta, mesillas de noche, sillones recubiertos de terciopelo, un par de cuadros neocontemporáneos... la típica clase de mie*** que te puedes encontrar en la casa de un rico.

Avanzaron. Pared... y se encontraron con una escena de lo más embarazosa. Ahí estaba el pu** Urich Maximilian... trisc****se a una chica con apariencia de modelo.

-¡¡Noo!! ¡Basta...!-gritaba la joven.
-Ahora... ¿Pero qué c...?

Walter sacó su antiguo revólver.

-¡Las manos donde pueda verlas, capu***! ¡Y tú también, moza!
-Erhh...-susurró Urich.
-Ya has tenido suficiente, tío-comentó Gullen.
-Poneos ropa y las cabezas sobre la cama.
-De... de acuerdo-dijo Urich.

Los rehenes siguieron los pasos. Mientras la modelo se vestía, los ojos de Fred se movían con rapidez. Ya estaban con las cabezas sobre la cama.

-No queremos heridos ni muertos. No hemos venido a matar a nadie, ¿entendido?-se aclaró la voz con fuerza-Ahora dinos donde está el dinero que guardas aquí y todo lo que tengas que posea más valor. Después de coger lo que es nuestro, nos iremos como hemos venido y aquí no ha pasado nada... ¿entendido?
-Erhh...
-S-socorro... no sabéis cómo es en realidad... mátale ahora que pue-puedes...
-Chica, no sé lo que te ha hecho o dicho, pero no es nuestro asunto. Eso resolvedlo por vuestra cuenta.
-N-no lo entendéis...
-Si te dice que te calles, te callas, zorra.
-¡Eh, no se insulta a las señoritas, golfo acomodado! Venga, dinos dónde está el dinero y nos largaremos.
-No lo diré.

Walter se acercó al multimillonario y le puso el arma en la sien.

-¿Crees que estoy de broma, cab***? ¡Dínoslo ya y nos iremos a tomar por culo!
-No.
-Uffff... te has buscado el peor camino... S, los alicates.
-Ahí van.
-Oh, no eres capaz, plebeyo, no... ¡¡aaaaaaaaaaaaaaaarrghhhhhhh!!
-DI-Nos-El-Lu-Gar, Maximilian.

Pero la tortura metálica continuó unos minutos que fueron longevos para el rehén, pero aún más estresantes para Walter, al ver que Maximilian no decía ni una palabra sobre su fortuna.

-Parece que te gusta el sadomasoquismo, ¿no, gilipollas?-le arrea un mamporro con fuerza en la mejilla, y le grita a la cara-¡¡Dinos el pu** lugar del pu** dinero YA!!

Los compañeros encapuchados de W. K. se miraron el uno al otro con expresión de confusión.

-Tío, este pavo no parece tener intención de cantar nada... Deberíamos dejarlo e irnos, aquí ya no pintamos nada.
-¿En serio, F? Tío, que lo hubiera dicho S, pero tú... Te tenía por un tío con más cojones.
-¡¿Y qué quieres que te digamos?! Nada más que estamos perdiendo el tiempo con esto...

Urich Maximilian, que estaba arrodillado y encorvado, se giró para levantar la mirada, y le farfulló, a causa de los golpes, a Kaine:

-¿Por qué no le haces mejor un poquito de caso a tus camaraditas, listo?-una patada de Walter respondió a ese comentario atrevido, tras lo cual siguió hablándole al multimillonario repelente. Tal distracción sirvió para que toda la atención de los atracadores se centrara en Urich, y se olvidaran de la chica.

La modelo se alejó poco a poco de la cama, con la intención de escaparse por la puerta del superapartamento. Su pobre huida no llegó a cabo lejano, ya que Fred se percató de su movimiento sigiloso pero patoso, y pegó un grito al aire:

-¡¡Ché!! ¡Quieta donde estás, rata! Esto va a acabar pronto...
-¡Eh, no deberías hablarle así a la señorita, Fred!-la defendió Sammy, con indignación.
-¿Pero qué crees que haces? ¿Ponerte de parte de ellos...?-le inquirió su jefe.
-¡¡Tío!! ¡¡Ha dicho mi nombre!! ¡¡Ha dicho mi nombre el cab***!!

La frente de Fred Gullen se había tornado de un color rojizo, y hacía señas con su pistola de querer amenazar de muerte al bueno del joven Sammy.

-¡¡Te vas a acordar de esto!! ¡¿Me has oído...?!
-¡Para, relájate! Él no es el problema, Fred...

Se hizo un breve silencio, lo cual permitió a la mujer asustada hablar:

-T-tenéis que matarle.
-¡¿Qué?!-escupió Fred.
-Él... n-no es como nosotros.
-Vamos... ¡no le hagáis caso a esta perra! Está tan asustada que no sabe lo que dice...
-E-es verdad...
-¿¿Cómo??-gritó el ya cabreado Walter Kaine.
-Dejadla hablar-paró en seco W.K.