martes, 10 de marzo de 2020

Buenos días, Ara

Buenos días, Ara

Una historia de Miguel Ángel Pagador Martín aka. GoldenWarrior 99

-¡Buenos días!
-Buenos días, Wulio. ¿Has pasado una buena noche?
-Excelente, como siempre.
-¿Te preparo un zumo de arándanos?
-Estaría muy agradecido, Ara.

Todos los días me despierto con las aterciopeladas palabras de Ara. Me levanto de nuestra
cama de agua y miro el reloj. Los dígitos marcan las 8:37, ¡a tiempo para un pequeño
tentempié, y al curro! Trabajo dos avenidas más adelante de mi apartamento. Me despido
de Ara y subo al bus urbano que me espera en mi mismísima puerta.

El trayecto es breve pero placentero. Tras los ventanales del vehículo se vislumbran los
rascacielos de VaporCity. Las oficinas de Floo-Cola, el HyperMall del centro, la calle de los restaurantes... ¡Caramba, si estamos pasando al lado del zoológico! Me encantan los
animales. Sobretodo el perrocol. Y el buitriburón. Y la marmofa. ¡Y todos! Me encantan los animales.

Ya hemos llegado. Trabajo en el DiverCinema de la Calle Cool, de 9:30 a 20:00. Siempre
vienen excursiones de niños que van al cine. Hoy estrenan la nueva de Los GladiFormers,
¡y casi se acaban las palomitas! A las 12:20 entró una pareja para ver Soul in Love 3.
¡Espero que se lo pasen tan bien como Ara y yo! Echo de menos a Ara.

Fíjate qué rápido pasa el tiempo. ¡Ya son las ocho! Debo darme prisa en cambiarme en mi
taquilla y coger el bus de vuelta.

-¡Hola, Ara! ¡Ya estoy en casa!
Casi nunca me contesta cuando vuelvo del curro. Supongo que ya estará durmiendo.

* * *

-¡Buenos días!
-Buenos días, Wulio. ¿Qué tal has dormido hoy?
-Estupendamente, como siempre.
-¿Quieres que te prepare un zumo de arándanos?
-¡Me encantaría!
Cojo el bus y me marcho al trabajo.

¡Me encantan los animales!
Hoy han venido unos niños a ver la nueva de Los Gladiformers.
¡Córcholis, ya son las ocho!
-¡Hola, Ara! ¡Ya estoy en casa!

* * *

-¡Buenos días, Ara!
-Buenos días, Wulio. ¿Qué tal has dormido?
-¡De perlas!
-¿Quieres que te prepare un zumo de...?
-¿Arándanos? ¡Me encanta!
Me encantan los animales.
¡Anda, la nueva de Los Gladiformers!
-¡He vuelto a casa, Ara!

* * *

-¡Buenos días!
-¿Zumo de arándanos? ¡Sí!
Me encantan los animales.
¡Hoy echan la nueva de Los Gladiformers!
-¡He vuelto, Ara!

* * *

Mmm... Estoy despierto. Tengo los ojos llenos de legañas... ¿Qué hora es? Oh no, ¡me he
quedado dormido!
-Ara, ¿cómo es que no me has avisado? ¿Ara?
Parece que Ara ha salido de casa. No suele hacerlo, o más bien, si lo hace, no me entero.
Rápido, tengo que vestirme, prepararme un zum... ¿Arándanos otra vez? No sé cómo
hacerlo, es la especialidad de mi querida Ara. Bueno, buscaré algo de comida, que ya son
las 11:23.
Frigorífico, frigorífico... ¡Frigorífico! Aquí tiene que haber algo...
Zumo de arándanos. Solo hay zumo de arándanos en el frigorífico.
Paso de desayuno hoy. Ya me pillaré un batido o palomitas en el DiverCinema.

El bus debe de haber pasado ya. Tal vez vuelva en otro turno... Pero no puedo esperar, voy a llegar tarde al trabajo. El problema es que no me queda otra que ir a pie. Creo que el cine está todo recto desde mi casa. Espero no perderme.

Las calles de VaporCity son muy distintas vistas desde abajo. Veo casas como la mía, con
los mismos azulejos, buzón... ¿Y hasta parada de bus? Pues vaya originalidad tienen los
vecinos. Ya verás como cuando cruce la esquina y pase la primera avenida, cambia la
estética de las viviendas... No. Es imposible. La siguiente calle también está repleta del
mismo tipo de casas. ¿Estaré yo en un sueño, o es que VaporCity tiene un plan urbanístico
ultra-unificado? Lo único de lo que tengo certeza es de que estas casas clonadas me ponen
muy nervioso. Seguiré caminando.

Según mis cálculos, ya debería estar por la zona del zoológico. El escenario ha cambiado un poco con las plazas, avenidas y rascacielos, pero sigo sin haberme encontrado a nadie.
¡Bah, qué ingenuo soy! Debe de estar todo el mundo en sus respectivos puestos de trabajo.

No como yo, que me he quedado dormido y estoy deambulando por la ciudad. Las
autopistas están vacías de coches, ni un autobús ni furgonetas repartidoras de perritos
calientes. ¿Dónde está todo el mundo? ¡Si hasta puedo quedarme en medio de la carretera!

No, no debo distraerme. Solamente me queda un par de calles arriba y ya estoy en el cine.

Al fin en DiverCinema. Las puertas giratorias están sin funcionar. Uf, no consigo abrirlas.
¿Habrán cerrado por mi culpa? No quiero perder mi curro... Un segundo, creo que podría
entrar por la puerta trasera que da para el almacén de palomitas. Cada vez que me alejo de la entrada, el camino se hace más oscuro. Está la pared abarrotada de cubos de basura...

¡Casi me tropiezo con una cáscara de plátano, caracoles! ¿Caracoles? Me parece una
expresión estúpida. Y caramba. Y córcholis. ¿Qué llevo haciendo con mi vida todo este
tiempo? ¡Coño! Coño, eso suena mejor. ¡Anda, pero si la puerta trasera está entreabierta!
Su interior parece oscuro, pero no me da miedo.
Aquí dentro apesta a palomitas de maíz y mostaza. No sé por qué sigo vendiendo eso a los
chavalines... Hablando de chavalines, ¿habrán venido a ver la nueva de Los Gladif...? Ahora que lo pienso, me parece una gilipollez ir siempre a ver la misma película. Y estrenar siempre la misma película. ¿A dónde está yendo la industria cinematográfica?

Tantas contradicciones que marean mis pensamientos y no me dejan salir de este laberinto de estanterías de cajas de palomitas...

Vaya, vaya. Pues aquí estoy, en medio de la sala de compra de snacks. No veo ningún grupo de niños de excursión. No veo a ninguna pareja de enamorados. Estoy yo solo con el ruido de las escaleras mecánicas. ¿Escaleras mecánicas? No recordaba que hubiese aquí... En fin, bajaré a la zona de tiendas para ver si encuentro a alguien que me explique dónde está la cámara oculta de esta broma. Subo al escalón y me dejo llevar por la máquina... 

Ostras, ¡hay alguien subiendo! Ya decía yo que tenía que haber alguien más en el mejor cine de la ciudad. Nos estamos acercando. Aún no le distingo los rasgos faciales. ¿Será por falta de iluminación? Lo tengo a un metro. Lo tengo enfrente.
-¡¡Dios!!
No tiene cara. No tiene cara. Tiene la cara en carne viva. No tiene cara. Es como si se la
hubiesen arrancado lentamente con las manos. No tiene cara. Dónde están sus ojos. No tiene cara. La carne se le cae a cachos como si se tratase del pellejo de los dientes cuando se caen. No tiene cara. Me está mirando. No tiene cara. No tiene ojos pero sé que me está mirando. No tiene cara. Lleva mi misma ropa. No tiene cara. No tiene cara.

Ya se aleja de mí. El sudor frío me recorre la espina dorsal. Toda la espalda supurando
sudor. Me duele la cabeza. Creo que me voy a desmayar...

* * *

-Bu... ¿buenos días, Ara...?
Me he despertado dentro de una de las salas de proyección de películas. ¿Cómo he llegado
aquí? ¿Será cosa de esa abominación que acabo de ver por las escaleras? Tengo los
hombros y la cadera dolorida. Agh, y tengo las yemas de los pies como escocidas... Es como si hubiese estado caminando durante horas. Voy a intentar incorporarme y pensar en qué hacer.

Parece que estoy en la parte de arriba de la sala, en la última fila. No están poniendo
ninguna película. Está la sala a oscuras. Oh, pero si hay niños en la primera fila. ¡Se van a
torcer el cuello! Y tan calladitos. Les habrá prometido la profesora una chuche a cambio de que se porten bien. Me están observando.
-¡Hola, chicos!
Sin respuesta. Les brillan los ojos. Está muy oscuro.
-¡Soy el vendedor de palomitas! ¿Qué peli estáis esperando a ver?
-La de cómo Wulio se saca vivo las tripas y se come su propia mierda de los intestinos-
habla uno de ellos.
Me quedo atónito. Vuelve el sudor frío. A... qué... están... jugand...
-No deb... deberíais decir esas palabrotas.
Silencio.
-Déjanos ver la peli.
-Cr... creo que hoy no fu... funcionan las pelis. Y os estáis portando muy mal.
-Déjanos ver la peli
-Nn...
-Déjanos ver la peli, Ara.
¿Cómo saben el nombre de mi chica?
-Déjanos ver la peli, Ara-repiten, levantándose de sus asientos. Se van acercando subiendo las escaleras.
No sé qué quieren.
-Déjanos ver la peli, Ara.
¿Qué estoy haciendo? No debería tener miedo de unos niñatos.
-Déjanos ver la peli, Ara.
Pero estoy aterrado.

Empiezan a correr. Salen más niños de debajo de los asientos. Tengo que salir a toda ostia
de aquí.
La masa de niños se abalanza sobre mí. Desde este lado de la sala no tengo por donde salir.
Espera, sí. ¡El hueco de la habitación del proyector! Me encaramo en el pequeño hueco en
la pared, metiendo como puedo el torso y las piernas. Me están agarrando de un pie. Me
quitan la zapatilla. Tengo que entrar. Noto algo frío sobre mi piel.
-¡¡Aaaahh!!
Me han mordido el pie. Me han mordido el pie. Noto la sangre caliente entre mis dedos. Las uñas se me empapan. Estoy empezando a perder el conocimiento. No, tengo que seguir.
¡¡Aaaaaggghhh!! Me están arrancando el puto pie. Ya casi estoy. Ya...
-Uff... Ya estoy dentro. Ya estoy dentro...
Cuando dirijo la mirada hacia mi pie, vislumbro una verdadera pesadilla. Tengo la pierna
morada y llena de tumores. Eso no lo tenía antes. ¿Qué me está pasando? Solo me habían
mordido, joder...

Se oye un sonido como si dos personas se estuviesen besando. ¿Y ahora quiénes? ¿Los
enamorados? Me levantaré como pueda y veré de dónde viene el ruido. Suena de la sala
siguiente, tras la pared. Voy a poner la oreja en ésta...
-Muack... Mmmuack... ¿Crees que nos están escuchando?
-No lo sé, ¿será ese Wulio?
-Muack... Lo estará gozando de lo lindo escuchándonos. Escucha esto, Wulio.
-¡¡Aaah!! ¡No! ¿Qué haces?
-¡Seguro que ésto le pone cachondo! ¿Oyes cómo parto en dos a tu Ara?
-¡¡Ara!!
¿Qué coño es esto? ¿Qué hace Ara aquí? Pero, ¿es realmente Ara? ¿Es aquí donde se ha ido
sin avisar?
-¡¡Para, joder!!-grito, aporreando la pared.
-¡Sal por la escotilla del techo y sálvala!
¿Escotilla del techo? ¡Sí! Ahí está. Pero con mi pierna llena de tum... ¿Dónde se han ido los
tumores? Da igual, debo darme prisa y salir.

Al abrir la trampilla, salgo en la calle, enfrente del cine. Es imposible. Voy a intentar abrir las puertas... Agh, siguen bloqueadas. Miro al cielo y me doy cuenta de que está lleno de estrellas. Ha anochecido. Serán más de las ocho. O de las nueve. Nunca he vuelto tan tarde a casa. Pero, ¿y Ara?
-¡¿Qu...?!
Bajo la vista de nuevo al lugar donde debería estar el DiverCinema, pero ha desaparecido.
Debe de haber sido un espejismo. Ara está bien. Debe de haber sido un espejismo. Ara está en casa.

Camino sin energía por la VaporCity nocturna. Las casas clonadas han perdido el colorido
que tenían por el día y hay una niebla muy pegada al suelo. Apenas distingo el fondo de la
estrecha calle y hay una atmósfera húmeda que me da tiritones de fiebre.
A veces oigo gritos y suplicios en la lejanía, pero no les hago caso. Ya me queda poco para
llegar a casa.
Mi casa. ¿Cuál será mi casa, si todas son iguales? He perdido el sentido de la orientación. ¿Y si pruebo a entrar en una cualquiera? Es una idea impensable, me detendrían por
allanamiento de morada... ¿Pero qué policía? No recuerdo haber visto nunca un policía... en toda mi vida. Ni siquiera recuerdo el día en que nací. ¿Cuándo es mi cumpleaños? ¿No
tengo padres? ¿Y amigos? Ara... Ara es mi única amiga.

-Buenas noches, Ara. Ya estoy en casa...
Es increíble. Incluso el interior es igual al de mi casa. Pero más oscuro. Las luces no
parecen funcionar, pero aún así consigo distinguir las formas de los muebles y... ¿Cómo es
que está el suelo encharcado? Me huele a...
-Zumo de arándanos.
No puede ser. Otra vez el puñetero zumo de arándanos. Su aroma me adormece... ¡Ah! Veo la luz de mi despertador. ¿Tan potente es?
A lo largo del pasillo, todavía inundado de zumo de arándanos, contemplo la galería de
siniestros cuadros que cuelgan de las paredes. Es raro, porque... Siempre estoy yo. En
diferentes posiciones, jugando al béisbol, cantando en el coro de la iglesia, sujetando en el cine una placa de ``Empleado del mes´´, sonriendo al lado de una marmofa, bebiendo un batido de zumo de arándanos... ¿Una marmofa? ¿Qué coño es eso? Oh, no me puedo creer que eso fuese real, el cruce entre una marmota y una girafa... Horroroso.
Estoy enfrente de la puerta de mi dormitorio. Me dispongo a girar el pomo para abrirla por completo. Tengo las esperanzas de que Ara esté ahí esperándome, pero... Después de todo lo que he visto hoy, me da miedo. Tengo miedo de lo que me voy a encontrar al otro lado.
Ya está la puerta de par en par.
Hay una persona en mi cama.
¿Es Ara? No sabría decirlo, porque si me pongo a pensarlo, no tengo ningún recuerdo de su
rostro. ¿Qué me pasa? ¿Te he fallado, Ara?
-Ya estás en casa.
-Ara...
-Te estaba esperando.
-Siento mucho haber llegado tarde. ¿Dónde te fuiste?
-Te he estado esperando mucho tiempo.
-¿Cómo?
-He estado deseando que llegase este momento.
-Me estás asustando... ¿Puedo verte la cara?
-¿Te ha gustado mi zumo de arándanos?
-Hoy n...
-Por qué no te lo has tomado. ¿No te gusta? Con el cariño que pongo al hacértelos...
-Lo siento mucho, Ara. ¿Puedes acercarte?
-No me quieres...-empieza a llorar-No te gusta mi zumo de arándanos...
-Ara, no es eso...
-No te gusta nuestra casa. No te gusta nuestra ciudad. No te gustan los animales. No te
gusta tu trabajo. No llegas pronto a casa. ¿¡Qué quieres que te haga?!
-¡¡No sé quién soy!!
Silencio.
-No sé por qué me despierto a la misma hora todos los días, no sé por qué me dices
siempre los mismo. No sé por qué siempre cojo el mismo autobús y no va nadie dentro. No
sé por qué me encantan esos putos engendros de animales. No sé por qué siempre veo a la
misma gente en el cine viendo las mismas películas. No sé por qué nunca voy de noche por
la calle. ¡¡No sé por qué nunca me respondes cuando llego a casa!! ¡¡¿Qué clase de vida es
ésta?!!
-Esto es lo que tú quieres, Wulio. Lo que siempre has querido.
-Ni siquiera sé si de verdad me llamo Wulio... ¿Qué es, un derivado de Julio? ¿Y tú, que
siempre he oído tu voz pero no me acuerdo de tu cara? ¡Muéstrala!
-Tendrás lo que tú desees-dice, mientras sale de la oscuridad y se ve como una criatura
con cientos de peludas patas de araña ancladas a un vientre mórbido y redondo que
segrega un zumo azul oscuro. Una cara sin facciones que es en realidad una boca repleta
de diminutos dientecillos, se acerca a mí.

* * *

-¡Buenos días!
-Buenos días, Sísfo. ¿Has pasado una buena noche?
-¡Excelente! Como siempre.
-¿Te preparo un zumo de cereza?
-Estaría muy agradecido. ¿Qué día es hoy?
-Es tu cumpleaños.
-Te quiero, mamá.
-Yo también te quiero. ¡Buenos días!
-Buenos días, Ara.

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